Un poema de Magali Alabau

Elfried Stegmeyer (1908-1988), Untitled (Girl In Clouds), 1936.
Elfried Stegmeyer , Untitled (Girl In Clouds)

Devuélveme la vida.
Hazme nacer unos brazos
que destilen permanencia,
quítame la cubierta
que me encontré en el bosque.
Quítame el adiós de la boca,
quítame el adiós de los días,
el verdugo,
no me obligues
a decir adiós a los pequeños
habitantes de la tierra mojada,
a los rieles del tren
que no pasaron con esos pasajeros
sino otros.
No quiero decir adiós a la cerrada ventanilla
que a tu mano
no me deja tocar.
Ese adiós que sin saber
repetían los cuentos,
que no nos avisaba
sus siniestras intenciones,
que sabía el desenlace,
que no hablaba.
Ese adiós que prepara la mortaja
lluviosa del día,
que es silencio tras silencio,
que no sospecha
los detalles, que convierte
tu pecho en un hervidero
de cal a punto de voltearse.
Si hubiésemos tocado el lado izquierdo,
el hígado y el pecho pulsando
al sobresalto,
la ruptura de yo y de dentro
no fuera posible
ni ese adiós de los cuartos
cuando quedan vacíos
y sin explicaciones
con maletas y maletas
que resbalan.
Decir adiós cuando
las flores del jardín
no se han cuidado
como si el interés
por los detalles
se hubiese
vuelto estéril.
Como si la única forma vigente
fuera la impaciencia.
Vete.
Déjame sin albergue.
Marcha con la ilusión,
con la pena,
lleva el marfil de la aurora
a los brazos de tu viejo amante.
Vete, sácate de mí
como un clavo mohoso.
Vuela al sendero de la luz,
álzate en la vendimia
y regala el vino
a tus recuerdos.
Déjame sin susurros,
sin pájaros que me despierten,
sin jardín con el verde encendido,
sin albergue.
Marcha con la ilusión.
Deja la pena desvencijada,
alguien tiene que quedarse
en la otra orilla
recogiendo las frases,
limpiando las huellas,
colocando retratos en sus marcos,
deshaciendo los cálculos,
los moldes,
inventando escenarios.
Nacer de nuevo
olvidar que fuimos el cuchillo,
la lanza
y el enterrado vidrio.
Olvidar cuando planeamos
la muerte de los otros,
cuando caminamos con pesar
machacando las piedras
del camino,
cuando un solo pensamiento
hubiese cambiado el rumbo
del destino de otros.
Cuán difícil es
ponerse la máscara
del que cortando las cabezas
de los inocentes
se ejecuta a sí mismo.

Poema de Magali Alabau tomado del libro Dos Mujeres publicado por Editorial Betania, que cierra este ciclo de poesía de un año entero en este blog.

 

2 thoughts on “Un poema de Magali Alabau

  1. Gracias por reproducir este poema de “Dos mujeres”, cerraré esta tarde en la playa leyendo de nuevo los que más me gustan. Feliz Año Nuevo

  2. En la actualidad, Magaly Alabau es mi poeta favorita. Lo he dicho antes: sus palabras tienen la fuerza de un huracan que anida en mi centro. Gracias!
    Feliz 2014.

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